domingo, 31 de marzo de 2024

Todo lo que nunca te he dicho

Te hubiera preguntado por la inocencia de nuestras palabras,
pero no quería que pensaras que
la cerveza caliente,
movía mis labios. 

Te habría gritado todo lo de tu belleza mil veces, pero prefiero quedarme callado y que te hablen mis ojos, 
clavados en los tuyos, 
mientras aprieto un poco más el nudo que me sostiene de no caerme por la borda. 
Haces que todo se tambalee y no sé qué nombre ponerle a eso. 

Esperaba ver tu falda bailando al ritmo del viento, 
pero al final solo se nos movió 
una pequeña brisa,
y yo, 
seguía preparado para un huracán.

Estoy echando de menos tus manos con las mías, tus sonrisas a escondidas, los abrazos salvavidas y la mezcla de miedo y ojalá que se refleja en mis pupilas. 

Te diría tanto que me quedo callado.
En silencio, con los ojos llenos de mar 
y luchando por evitar alguna frase 
que pueda hacer que huyas, 
que acabe con toda esta magia, 
por si el truco no funciona. 

Porque al final, 
supongo soy tan cobarde 
que prefiero la flecha tensa en el arco 
que un disparo fuera de la diana, 
para así, 
que al menos,
me quede la esperanza de atravesarte 
y dar en el blanco. 

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